Los investigadores de la biodiversidad coinciden en que los bosques tropicales de montaña son los ecosistemas más biodiversos del mundo debido a su gran variedad climática, orográfica y de suelos y que, de manera especial, los de la cordillera de los Andes tienen la mayor diversidad de especies de plantas, muchas de ellas endémicas. De estas especies dependen no solo los seres humanos, sino también centenares de especies de aves, anfibios, mamíferos, reptiles y peces de agua dulce. Como si todo esto fuera poco, por encima de los 2000 metros de altitud se registran los mayores endemismos de plantas de los ecosistemas tropicales y por ello, en los informes globales de biodiversidad, se repite una y otra vez que estos bosques montanos tropicales, que cada vez están más amenazados, tienen la mayor importancia y la más alta prioridad para la conservación.